Todos los cascos de seguridad industrial están clasificados como Tipo I o Tipo II, según las normas ANSI y CSA, dependiendo de la dirección y el tipo de impacto que pueden resistir.
Cada casco tiene una sola clasificación: o es Tipo I o es Tipo II.
No existe un modelo “intermedio” que combine ambas protecciones según estas normas.
¿Qué es la norma ANSI?
La norma ANSI Z89.1-2014, conocida como American National Standard for Industrial Head Protection, establece los requisitos de rendimiento y pruebas que deben cumplir los cascos de seguridad industrial. Define los tipos y clases de cascos, así como las condiciones que deben cumplir para brindar una protección efectiva frente a distintos riesgos en el lugar de trabajo.
Esta edición fue desarrollada por el grupo de protección de cabeza de la International Safety Equipment Association (ISEA), como actualización de la versión 2009. Fue revisada y aprobada por un panel conformado por expertos técnicos, representantes sindicales, industrias, laboratorios de prueba y entidades gubernamentales.
¿Qué es un casco Tipo I?
Los cascos Tipo I, según las normas ANSI y CSA, están diseñados para reducir la fuerza de impactos que provienen únicamente desde la parte superior de la cabeza.
Existen cuatro requisitos para clasificar un casco como Tipo I:
- Inflamabilidad
La llama no debe permanecer visible más de cinco segundos después de retirarse del casco.
- Transmisión de fuerza
Un casco no debe transmitir más de 1,000 libras de fuerza a la cabeza de prueba. En condiciones variadas (calor, frío, ambiente), el promedio no debe superar las 850 libras. - Penetración en el vértice
El objeto punzante no debe tocar la parte superior del molde de prueba. - Clasificación eléctrica (Clase G, E o C)
- Clase G: soporta hasta 2,200 voltios por un minuto (máx. 3 mA de fuga).
- Clase E: soporta hasta 20,000 voltios por tres minutos (máx. 9 mA de fuga).
- Clase C: no se prueba para aislamiento eléctrico.
¿Qué es un casco Tipo II?
Los cascos Tipo II, conforme a las normas ANSI y CSA, están diseñados para reducir la fuerza del impacto que puede recibirse desde la parte superior, frontal, trasera y laterales de la cabeza.
Además de cumplir con los requisitos establecidos para los cascos Tipo I, deben superar las siguientes pruebas adicionales:
1. Atenuación de energía de impacto
El casco se deja caer sobre un objeto esférico desde distintos ángulos, por encima de una línea de prueba predeterminada.2. Penetración fuera del centro
Se deja caer verticalmente un objeto punzante mientras el casco se coloca en diferentes ángulos. El objeto no debe alcanzar ni tocar el molde de la cabeza.
3. Retención de barboquejo (opcional)
Si el casco cuenta con barboquejo, este debe permanecer sujeto al casco durante la prueba y no estirarse más de una pulgada.
¿Cómo se aplican estas normas en industrias de LATAM?
En América Latina, las regulaciones varían según el país, pero muchas industrias adoptan normas internacionales como ANSI Z89.1 (EE. UU.) y, en menor medida, CSA Z94.1 (Canadá) para seleccionar y certificar la protección de cabeza. Son comunes en sectores como:
- Construcción
- Minería
- Petróleo y gas
- Energía y servicios públicos
- Manufactura
ANSI Z89.1: la más utilizada
Países como México, Colombia, Chile y Perú hacen referencia a esta norma o adoptan su sistema de clasificación (Tipos I y II, Clases G, E, C).
- En México, la NOM-115-STPS-2009 reconoce ANSI para impactos y protección eléctrica.
- En Brasil, aunque se aplica la norma NBR 8221, se utilizan cascos certificados por ANSI por su rendimiento comprobado en proyectos internacionales.
CSA Z94.1: menos común, pero en crecimiento
Aunque no es obligatoria en la mayoría de los países, la norma CSA Z94.1 está siendo cada vez más adoptada por empresas de origen canadiense o con operaciones internacionales. Su enfoque en la protección lateral coincide con las características de los cascos Tipo II, que están ganando popularidad en entornos de alto riesgo.
Mayor demanda de cascos Tipo II
Tradicionalmente, los cascos Tipo I han dominado el mercado. Sin embargo, con el aumento de la conciencia sobre impactos laterales, más empresas—especialmente en minería y construcción pesada—están migrando a cascos Tipo II que cumplen con ANSI o CSA.
En resumen, aunque las normativas locales varían, las normas ANSI y CSA son referentes y confiables en LATAM para seleccionar cascos de alto desempeño.
¿Qué opciones existen para cascos Tipo I y Tipo II?
MSA ofrece soluciones tanto en cascos Tipo I como Tipo II.
Las opciones Tipo I incluyen los modelos V-Gard® tipo gorra y de ala completa. Entre ellos se encuentra el casco V-Gard C1™, que incorpora la tecnología de barrera térmica ReflectIR™, diseñada para mantener el interior del casco hasta 11 °C más fresco. También destaca el casco de seguridad V-Gard H1, que ofrece un diseño de perfil bajo con un alto nivel de confort y facilidad de uso.
Otros cascos Tipo I de MSA incluyen:
SmoothDome®, Thermalgard®, Topgard®, Skullgard® y Comfo-Cap®.
Las soluciones Tipo II de MSA incluyen los cascos Super V®, que cuentan con un revestimiento interno de espuma y suspensión integrada Fas-Trac®. Además, están ranurados para permitir el uso de otros accesorios MSA de protección para la cabeza, ojos, rostro y oído.
¿Qué revisar antes de usar un casco de seguridad?
Antes de elegir un casco de protección, el primer paso es realizar una evaluación de riesgos en el lugar de trabajo. Esta evaluación debe tomar en cuenta factores como:
- Historial de lesiones en la cabeza o incidentes previos.
- Riesgos de impacto, incluyendo caída de objetos, golpes laterales, descargas eléctricas o salpicaduras químicas.
- Tareas específicas como trabajo en altura o ingreso a espacios confinados.
- Condiciones ambientales, como exposición prolongada al sol o niveles elevados de ruido.
Ya sea que su actividad requiera un casco Tipo I o Tipo II, es importante inspeccionar su equipo de protección personal (EPP) antes de cada uso y a lo largo de la jornada. Hay daños que pueden pasar desapercibidos y afectar la capacidad de protección del casco. Cualquier casco que haya recibido un golpe fuerte debe retirarse de inmediato del servicio y ser reemplazado. Incluso si parece estar en buen estado, pequeñas fisuras no visibles pueden comprometer su integridad.
Además, tenga en cuenta que la suspensión del casco debe reemplazarse al menos una vez al año.
