Diseño de un sistema de detección de fuego (llamas) 101

Los detectores ópticos de fuego (llama) tienen un rendimiento comprobado para ayudar a proteger a las personas y los equipos en áreas y procesos de alto valor y riesgo. A menudo escuchamos la pregunta: “¿Cómo le hago para decidir el tipo de sistema de detección de llamas que necesitamos para tener una protección 24/7?”. En primer lugar, recomendamos identificar claramente por qué se necesita el sistema y cuáles son los escenarios de ignición de incendios más probables que tendrían que detectarse y mitigarse.

¿Por dónde empezar?

Después de que el propietario de la instalación o del proceso haya identificado la secuencia más probable de eventos que podrían conducir a un incendio, normalmente se realiza un análisis de riesgos HAZOP que incluye la identificación de todos los posibles materiales inflamables dentro de la zona protegida. A partir de este análisis, se pueden priorizar los riesgos de los materiales inflamables e identificar las tecnologías óptimas de detección de fuego para que coincidan con la firma de emisión de energía radiante que se espera de los materiales inflamables que se detectarán. Dado que los diferentes combustibles emiten espectros a la llama únicos, no todos los detectores pueden detectar llamas por igual. Además, se debe evaluar la presencia de contaminantes ópticos y de fuentes de energía radiante que no sean fuego dentro de las zonas monitoreadas, ya que estas tendrán un impacto en el desempeño de ciertas tecnologías de detección y en las ubicaciones de la instalación. En algunas aplicaciones más complejas, puede haber necesidad de accesorios de protección óptica adicionales para garantizar la disponibilidad las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Puedes leer nuestra publicación anterior sobre cómo seleccionar un detector de llama para saber más al respecto.

Consideraciones de cobertura en el sitio

Una vez que se haya completado el análisis de riesgos HAZOP y se haya seleccionado la tecnología de detección de llama más óptima, el usuario final deberá identificar y documentar una especificación de rendimiento preliminar. Busca informes de pruebas de rendimiento certificados por terceros que validen tu especificación de rendimiento propuesta; esto servirá como una base de cobertura fundamental que te permitirá evaluar de manera adecuada los diferentes puntos de instalación en el sitio, así como los ángulos de alineación. A partir de esta especificación de rendimiento, se puede efectuar una evaluación preliminar de las opciones de cobertura en el sitio; los enfoques más comunes suelen incluir una evaluación de cobertura geográfica o de escenarios. El enfoque geográfico evalúa la cobertura dentro de una zona geográfica definida de ignición de incendios cubierta por uno o más detectores, mientras que el enfoque de escenarios identifica los escenarios de incendios más probables dentro de una zona que pueden detectarse teniendo en cuenta la frecuencia y la magnitud catastrófica con base en las disposiciones de cobertura definidas. Algunas aplicaciones de activos de alto valor requieren una cobertura de llama de votación de zona cruzada donde, por ejemplo, se necesita de una cobertura triplicada y donde 2 de 3 (2oo3) detectores de llama deben estar en alarma simultáneamente antes de que se active la salida de supresión de alarma de incendio del sistema. No obstante, en todos los casos se deben identificar las obstrucciones físicas conocidas y los diseños deben garantizar una adecuada ubicación tanto de la instalación como de la cobertura para poder superar dichas obstrucciones.

Transfiriendo la teoría a la realidad

Al considerarse las ubicaciones para la instalación de un detector, el propietario o el instalador designado debe auditar, siempre que sea posible, el mapa de cobertura de detección de fuego contra la realidad del lugar de trabajo. Esta tarea por lo general suele requerir de un recorrido por el sitio con un mapa de cobertura en la mano y un apuntador láser para validar la cobertura del campo de visión señalada en las ubicaciones de instalación propuestas. La experiencia ha demostrado que es bastante común que una o más de las ubicaciones propuestas para el detector o los ángulos de alineación no sean adecuadas debido a problemas no registrados, como una obstrucción o bloqueo físico, una estructura de montaje o accesibilidad inadecuadas, altos niveles de vibración estructural, altos niveles de calor, o nubes de humo o vapor u otras condiciones ambientales problemáticas surgidas de los procesos que se interponen. Las ubicaciones propuestas también deben seleccionarse teniendo en cuenta un medio de acceso físico para la limpieza, el mantenimiento, las pruebas y la inspección de rutina de los elementos ópticos. Si los técnicos no pueden acceder fácilmente a un detector, lo más probable es que no se le realice un mantenimiento regular.

Se han producido avances técnicos importantes durante la última década que han mejorado el rendimiento básico de los detectores ópticos de llama. Ahora los detectores responden más rápido, pueden ver más lejos y son más inmunes a las fuentes de falsa alarma. Sin embargo, sigue siendo obligación del usuario final o de sus contratistas asignados tener la diligencia debida al realizar un análisis y una evaluación adecuados de los riesgos de incendio en el sitio y garantizar la selección y cobertura apropiadas de la tecnología de detección, así como el mantener prácticas correctas de instalación, operación y mantenimiento, para lograr un sistema de detección óptico de llamas de alto rendimiento y fiabilidad continua.

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