Todos los días, los colaboradores están expuestos a situaciones que pueden afectar su integridad. Una de las más importantes es la exposición a ruidos fuertes, que después de mucho tiempo puede afectar la capacidad auditiva de las personas. Sin embargo, hay otro tipo de exposición que no se llega a controlar, pero que de igual manera puede afectar la capacidad auditiva.
Las investigaciones actuales han demostrado que la exposición prolongada a ciertos productos químicos puede causar una pérdida auditiva o problemas de equilibrio y orientación. A este tipo de productos químicos se le denomina productos ototóxicos.
Los productos ototóxicos son ciertos químicos como pesticidas, fármacos, solventes, entre otros. Estos pueden tener un efecto negativo en el funcionamiento del oído, causando pérdida parcial o total de la audición, problemas de equilibrio y otros efectos adversos.
La combinación de ruidos extremos y la exposición a químicos ototóxicos es peligrosa. Con el tiempo, esta combinación puede causar problemas auditivos de diversas formas y, eventualmente, llevar a problemas más graves.
A continuación, te explicamos cómo afectan los químicos a la capacidad auditiva y cuáles son los principales riesgos para que puedas tomar medidas y prevenir problemas a largo plazo.
¿Cuáles son los productos que pueden provocar efectos en la audición?
Algunos productos químicos son tóxicos cuando se inhalan, mientras que otros pueden afectar la vista al ser ingeridos. Además, existen productos que son dañinos para los oídos
En general, los productos químicos que son tóxicos para el oído se denominan ototóxicos. Sin embargo, se clasifican según la parte del oído a la que dañan, y se dividen en cocleotóxicos y vestibultóxicos. Estas sustancias pueden llegar al oído interno a través del torrente sanguíneo y causar lesiones en la parte interna del oído o en las vías neuronales adyacentes.
Cocleotóxicos
Estos productos afectan principalmente a las células de la cóclea, las cuales perciben los receptores sensoriales. Esto puede llegar a dificultar la capacidad de oír sonidos o percibir las ondas del sonido.
Vestibulotóxicos
Por el contrario, este tipo de productos afectan las células ciliadas de los órganos internos del oído, responsables de la orientación espacial y del equilibrio.
La respuesta de afectaciones depende en gran medida del sistema de cada persona y del nivel de exposición. A pesar de que se sabe que existen afectaciones, determinar la dosis exacta es un desafío para los investigadores, ya que la relación dosis-respuesta para los diferentes niveles de afectación o efectos observados sigue siendo incierta.
Sustancias Químicas que Afectan la Capacidad Auditiva
Las dosis y las afectaciones correctas no se han estudiado completamente, ya que los efectos observados solo se han investigado en animales y varían en humanos. Sin embargo, se sabe que podrían causar, a largo plazo, problemas con el oído, los cuales se mencionan a continuación.
Productos farmacéuticos
Algunos productos farmacéuticos, tanto en su uso continuo como en su fabricación, pueden causar problemas del oído. Aunque el riesgo de ototoxicidad a dosis terapéuticas es limitado, el consumo a largo plazo o en dosis mayores a las recomendadas por los doctores puede provocar sordera o problemas de equilibrio.
Solventes
En cuanto a los solventes, que se utilizan para mezclar y disolver productos químicos como base para ellos, su fabricación específica puede causar efectos sobre los oídos. Sin embargo, estos efectos suelen darse en contextos de fabricación o por exposición prolongada. Si los solventes ingresan por otras vías, como la oral, pueden ser extremadamente peligrosos.
Asfixiantes, nitrilos, metales y compuestos
Existen una variedad de compuestos químicos que utilizados en diversas industrias como materia prima o como compuesto principal.
Exposición a Productos Químicos en Diferentes Industrias
Las industrias y las plantas de producción son las más afectadas debido a la exposición directa a los productos químicos. En contraste, un trabajo en oficina generalmente no implica una exposición directa. Sin embargo, los trabajos de oficina dentro de estas industrias también pueden estar expuestos a riesgos, por lo que es necesario tomar medidas adecuadas.
Las industrias que utilizan productos químicos ototóxicos son las industrias manufactureras, agrícolas, mineras y los servicios públicos o de la construcción. No obstante, también hay otros sectores, como imprentas, pinturas, construcción y metalurgia, donde se manejan químicos con potencial ototóxico.
Prevención
Como sabemos, muchos productos químicos en la industria pueden causar una variedad de problemas y accidentes, pero estos riesgos se pueden prevenir con medidas adecuadas. La responsabilidad recae tanto en las instituciones gubernamentales como en las empresas y en los colaboradores que tienen el contacto e interacción directa con estos productos
A continuación, te presentamos algunas de las formas de prevención que puedes considerar, siempre siguiendo las recomendaciones de expertos y los lineamientos nacionales e internacionales.
Controlar la Exposición
Una de las claves para la prevención es controlar la cantidad de productos químicos ototóxicos y, cuando sea posible, sustituirlos por alternativas más seguras, que sean igual de eficaces, pero más orgánicas o con menores niveles de toxicidad.
El uso de controles, aislamiento y la gestión de la exposición también son importantes. Implementar rotación de turnos o limitar el tiempo de exposición puede ser útil. Reducir el tiempo de exposición de los colaboradores que manejan estos productos químicos a tres o cuatro turnos por día puede ayudar a minimizar el riesgo, permitiendo que realicen su trabajo con menor peligro.
Equipo de Protección Personal (EPP)
Los empleados deben utilizar en todo momento el equipo de protección personal (EPP), siguiendo los requisitos específicos de cada industria y los controles gubernamentales aplicables. Estos requisitos pueden variar según la actividad económica. El equipo incluye guantes, mangas, de protección, delantales y vestimenta especializada. Estos elementos evitan que los productos químicos se derramen y sean absorbidos por la piel, reduciendo así el riesgo de secuelas.
Además, se deben considerar protecciones adicionales como tapones para los oídos, gafas, goggles de seguridad, y máscaras anti-gas o cubrebocas. La ventilación y los extractores también son importantes. Muchas empresas se especializan en proteger la integridad de los trabajadores y ofrecen una amplia variedad de EPP para minimizar el riesgo de daños.
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